Celebrar cumpleaños es muy importante. En esta ocasión acompañamos a Tintín que está a punto de cumplir años y se plantea si celebrarlo. No te pierdas sus aventuras y las sorpresas que irán surgiendo.
«Por fin se aproxima el día», pensó Tintín. —¡Mierda soy un año más viejo! —Exclamó con sorpresa.
«Eso sí, sea como sea, hay que celebrarlo. Pero, ¿A quién invito? ¿Y si aprovecho y con la excusa llamo a mi ex?
Mejor no, no sea que venga con su nueva pareja… Si es que la tiene, que a lo mejor no».
«¿Y dónde lo organizo?», —seguía divagando —, «mi casa solo tiene 60 m2. ¿Lo hago en el típico bar aburrido de siempre?
Tengo un amigo que dice que el envoltorio tiene que estar a la altura del contenido.
Él sabe mucho de eso. Será por eso que trabaja en una fábrica de frasquitos de perfume».
Ya en su casa, Tintín no puede parar de darle vueltas a la celebración de su cumpleaños. «El otro día vi una peli con unos decorados flipantes, ¿es que no hay sitios así en la vida real?
¿Qué hago entonces? ¿Llamo a mi ex?
Lo que sí quisiera es celebrarlo en un sitio donde me dejen escoger la música que me gusta».
—Odio. El. Reguetón —Saltó Tintín de mal humor.
«Ahora que caigo, ¡a mi ex le encantaba el Reguetón! Por eso lo dejamos…
Bueno, si al final viene le dejaré poner un par de canciones ¡Si es que a eso se le puede llamar canciones!»
—¡Al grano Tintín, céntrate! —Se decía a si mismo.
«¿Cuánta pasta tengo para organizar la fiesta? ¿A cuántas personas llamaría?
Yo les invito a la comida y que luego ellos paguen las copas que beban», pensaba Tintín. «O Bueno, si no son muchos yo invito a todos».
—¡Uy! Suena el teléfono —exclamó Tintín saliendo de su ensimismamiento. —¡Coño, es mi ex!
«Voy ha hacer como que no se quien es, como si hubiese borrado su número de la agenda», se rio por dentro.
— Sii… —dijó Tintín fingiendo no saber quien se encontraba al otro lado del teléfono —dígame, ¿Quién es?
—Hola, ¿eres tú? —contestó la voz al otro lado.
—Si claro, ¿cómo estas? ¿Cuánto tiempo? He reconocido tu voz ¿Cómo es que me llamas? —inquirió Tintín.
—Pues verás, es que estaba pensando en celebrar una fiesta por mi cumpleaños y quería saber si te apetecería venir. ¿Te acuerdas que nuestro cumple era el mismo día?
—….
Continuará…